Es época de regreso a clases, tiempo de volver a la rutina, a lo cotidiano en la familia, y este momento en particular representa un encuentro de muchos sentimientos en nosotros los padres, así como en nuestros hijos; hay emoción, expectativa, e inclusive a veces temor ante nuevas situaciones o por contrario el revivir otras que por lo general son más comunes de lo que nos imaginamos… nos referimos al Bullying.
El Bullying o el acoso escolar como otros lo llaman, hoy en día es más común de lo que pensamos y es importante como padres estar al tanto de nuestros hijos, su comportamiento y su actitud durante a este próximo regreso a clases. Aunque en muchos casos nos cueste creerlo el Bullying es mucho más común en niños que en adolescentes ya que estos son más propensos a seguir patrones de conductas que observen, bien sea en casa o en televisión.
¿Qué señales pueden indicar que mi hijo es víctima de Bullying?
– La principal y más común es que nuestros hijos no quieren ir a clases.
– Pueden bajar sus calificaciones en la escuela.
– Puede llegar tarde o inclusive evitar algunas clases, para evitar encuentros desagradables con algún agresor.
– Comienzan a sentir complejos por algún aspecto quizá de su personalidad, que antes no tenía.
Ahora bien, es importante siempre mirar las dos caras de la moneda, así como nuestros hijos pueden ser víctimas; pueden también ser agresores, y nunca debemos descuidar señales como:
– Lo más importantes es estar siempre pendiente de los reportes de conducta de tu hijo en la escuela, eso te dará la primera pista.
– Siempre está pendiente si tu hijo llega a casa con algún objeto nuevo que tu no le has dado, es importante que le preguntes de donde lo obtuvo y cómo.
– Puede presentar cierta conducta agresiva.
– Tiene problemas para responsabilizarse de sus actos, o no es capaz de admitir que ha cometido un error.
– En algunos casos puede mostrar actitudes de satisfacción ante situaciones difíciles o de sufrimiento de otros niños.
¡Recuerda! Si hay alguna señal por muy pequeña que sea que te haga dudar si tu hijo es víctima o agresor, recuerda que es mejor prevenir que tener problemas mayores, y que educar a tus hijos nunca está de más!
DETEN EL BULLYING!
