Por: Johana Reyes.
Como pueden los padres manejar las llamadas “Rabietas” o ciertas situaciones de agresividad por parte de los niños en público?
Las “rabietas” de los niños pequeños normalmente son producto del resultado de lo que el niño quiere tener y no consigue; ahora bien, como hacemos para evitar en la medida de lo posible ciertas situaciones que provoquen una rabieta?
Dentro de las razones que podrían provocarles “rabietas” a los niños podríamos mencionar: Malcriadez del niño, enojos por cualquier cosa, que sientan necesidad por comer (hambre), que no hayan dormido lo suficiente (siesta), algún tipo de frustración que pudo haber tenido en el día, alguna molestia por dolor o por incomodidad de algo.
Cuando una rabieta le comienza a un niño, es difícil a veces tener el control para razonar con tu hijo delante de tantas personas en un lugar público; lo ideal es que abandones el sitio inmediatamente. Si te enojas o lo castigas eso no mejorará en nada la situación en ese momento; sino que más bien hará que te disgustes aún más. Lo mejor en estos casos es mantener la calma y buscar otro lugar a parte donde puedas conversar con tu hijo y tranquilizarlo, que lo abraces y lo hagas sentir seguro de si mismo, y no perder el control ya que ello puede asustarlo. Siempre hay que tener reglas en la casa que ellos las puedan entender y seguir. Una vez terminado el evento (la “rabieta”), tu hijo necesitará que lo abraces y le hables a nivel de los ojos haciendo de esta manera que vea lo que no está correcto. Nunca le cambies las reglas después de una “rabieta”. Hay que tomar en cuenta que la “rabieta” de tu hijo no es problema de nadie más que tuyo.
Muchos niños de 3 o 4 años todavía tienen “rabietas” y algunas de ellas van a producirse en público. Esto no significa que seas mala madre, sino que eres la madre.
Es posible que la gente se les quede mirando, pero es muy posible que simpaticen contigo, y no que sean críticos. Sin importar si te miran o no, recuerda que tu hijo no comprende tu vergüenza. Ten presente que tu hijo no hace “rabietas” en público para humillarte, así que trátalo de la misma manera que lo harías si el hecho ocurriera en la casa. Ten en cuenta que la frecuencia de las “rabietas” disminuirá según el niño vaya madurando y sobre todo con la ayuda y apoyo que tú le puedas prestar.
