Luego de los diversos eventos que han ocurrido en las escuelas de la Florida, surge naturalmente una gran preocupación y temor por la seguridad física y emocional de los peques de la casa; para nadie es un secreto que dichos episodios cada día se vuelven más comunes, lo que nos llama a la reflexión y prevención.
Es importante tener presente que cada caso es diferente, cada agresor tiene una historia y no existe un perfil psicológico que pueda determinar el patrón de conducta debido a que son muchos los factores que influyen. Por esto es necesario que podamos hablar con los peques acerca de este tema, de modo que podamos sensibilizarnos para así ayudarlos a protegerse y defenderse.
Aquí viene la gran pregunta: ¿Hay algo que podamos hacer? Y la respuesta es ¡Sí! Es necesario que tengamos presente que las crisis son oportunidades de aprendizaje y ésta no es la excepción, así que vamos a enfocarnos en capacitarnos y educarnos (todos los miembros de la familia).
Comencemos por un aspecto clave: validar las emociones en relación a dichos eventos. El primer paso que debemos hacer es preguntarnos ¿Cómo nos hace sentir esto? Al hacerlo conseguiremos muchas emociones, es necesario validar lo que nosotros como padres y adultos cuidadores sentimos, para guiar a los peques a validar las suyas. Ya que, éstos eventos pueden ser detonantes para muchas emociones que definirán ciertos comportamientos hacia su escuela y/ó amigos.
Otro aspecto importante es informar a los peques, hablar con ellos les permitirá empoderarse y saber cómo actuar ó qué hacer; al igual que con otros eventos que los ponen en riesgo, la educación es una pieza fundamental. Cuando no tenemos información podemos paralizarnos, mientras que, al saber qué ocurre actuaremos asertivamente. No hay un guión ó patrón para esta conversación, pero si es necesario tomar en cuenta la información que se maneja en casa, el sistema de creencias y valores familiares y por supuesto la edad y madurez de tu peque.
En dicha conversación también podemos informar a los peques acerca de cuáles son las señales de alarma y/o alerta que podemos observar en sus compañeros y personal escolar, explicarles que al momento de ver comportamientos extremos debe comunicarlo a su cuidador inmediato.
Por último, es prudente enseñarles el lugar en donde desempeñará sus actividades – ya sean escolares ó extracurriculares – y juntos identificar un lugar seguro donde pueda resguardarse si llegase a ocurrir algún evento.
Lo más importante es que tu peque pueda sentirse emocionalmente protegido y guiado por sus padres y cuidadores, y tenga la oportunidad de actuar si llegara a sentirse amenazado.
Lorena Jiménez @famikids