Diciembre 16 – Enero 17

Nos toca despedir un año más, llegó la época en que nuestros sentimientos se agudizan, más para quienes están recién llegando a tierras nuevas como inmigrantes, a muchos la tristeza los embarga por estar lejos de sus hogares, pero nace la esperanza de un mejor futuro, una nueva vida para esas familias que han decidido evolucionar en busca de un porvenir diferente.

Una de las cosas más maravillosas de las fiestas navideñas es que todas las familias se reúnen, y verdaderamente como emigrantes nos va tocando ver esa realidad desde otra perspectiva, si hay la unión, si hay en el reencuentro, pero es diferente. Lo que si es cierto es que en este día el rencor y la tristeza se borran de nuestra mente y solo habita en nuestro corazón alegría, paz y sobre todo amor.

Logramos comprender de un modo diferente el mensaje que nos brinda la natividad del niño Dios, evento para el cual como humanos nos hemos preparado durante todo el año, agradecer al Creador es el principal motivo y aunque nuestras acostumbradas misas de aguinaldo ya no están, siempre encontramos la forma de elevar una plegaria.

Nos hace muy feliz poder ver una linda sonrisa dibujada en los rostros de los niños; caminar por las calles y ver a las personas entusiasmadas, las tiendas decoradas, el cielo iluminarse de colores y mucho más. Este es un momento de alegría, de compartir en familia y de demostrar solidaridad hacia las personas, apoyo que en la actualidad se hace tan necesario.

La noche de año nuevo es sin lugar a duda una noche de promesas, ilusiones, esperanzas. Podemos dejar atrás un año que se va con sus cosas buenas y malas y darle la bienvenida a un año nuevo en el cual depositamos nuevos sueños y nuevas esperanzas.

Les deseamos a cada uno de ustedes, amigos, hermanos, paisanos, que este año que está por comenzar puedan hacer realidad sus metas trazadas y que la vida les siga sonriendo. Que tengan un feliz y próspero año nuevo, Dios los bendiga.