Yosy Finol
Creadora de @ligero.express
Ex Reina de Belleza
Cocinera Saludable
En mis años de experiencia como chef saludable y
leyendo sobre nutrición, he conocido los daños que generan no solo en nuestros
niños sino también en nosotros algunos «alimentos», entre ellos, uno
de los principales que nos debería preocupar es la azúcar blanca refinada.
Para empezar, ni siquiera podemos considerar el
azúcar blanca refinada como un alimento. No tiene ningún nutriente, ni
minerales que tiene naturalmente, cuando es extraída de la caña de azúcar.
El consumo de azúcar refinada está relacionada
con muchísimas enfermedades como la obesidad, la diabetes, problemas del
corazón, problemas con el hígado, incluso con los riñones. Además, puede causar
trastornos como adicción al azúcar, depresión y ataques de pánico. Sí, es
básicamente una droga más.
Siempre se ha oído de las caries, pero este es
uno de los problemas que podría ser menos agresivo para nuestros niños y sin
embargo, si no se atiende a tiempo, puede traer grandes complicaciones.
Otra de las consecuencias es que genera
ansiedad, muchos dicen «mi hijo se pone eléctrico si le doy mucha
azúcar» ¿y eso nos parece normal? eso es una señal de alerta del cuerpo de
nuestros hijos diciendo NO NECESITO ESTO.
El azúcar hace que el organismo pida insulina,
una hormona que se encarga de transformar los alimentos en energía, esto llega
a un punto donde ya el mismo cuerpo genera resistencia a la insulina y empiezan
los problemas graves.
La insuficiencia renal y el cáncer de páncreas
son de las peores complicaciones y enfermedades que pueden atravesar nuestros
hijos y sí, el exceso de cereales, refrescos, sodas, pasteles, cupcakes,
galletas los lleva a eso.
En un estudio realizado por los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (EE.UU.), que investigaron la reacción
de 11.733 personas a la recepción de calorías provenientes del azúcar, ha
revelado la relación existente entre el consumo de azúcar y el riesgo de
aparición de enfermedades cardiovasculares.
Luego de que nos enfrentamos a un diagnóstico
como este, empezamos a querer cambiar a la fuerza y de un día para otro los
hábitos de nuestros hijos, cuando se hace más difícil y además vamos a tener
que pasar por un proceso doloroso. Por eso es muy importante controlar lo que
comen, porque una galleta o un helado a la semana no hace daño, pero cuando son
parte de su día a día, es cuando sin darnos cuenta los estamos lastimando.
Por mi parte, yo recomiendo usar para ellos
endulzantes naturales, azúcar de coco o miel pura.