Las doulas usamos mucho esta hermosa analogía para renombrar a las contracciones de parto, dándole un sentido noble a los movimientos que hace el útero para que el bebé o los bebés lleguen al mundo. Además de restarle fuerza a una palabra que la mayoría de las mamás relacionan con dolor y sufrimiento.
Pero, Por qué las olas?
Las olas al igual que las contracciones van y vienen, unas son pequeñas, otras sutiles, unas casi imperceptible, otras más fuertes, unas grandes. Dependiendo de las condiciones del mar serán o no muy continuas, al igual que el trabajo de parto según la fase en la que este se encuentre.
Además las olas al igual que las contracciones tienen el poder de movernos, tambalearnos, tumbarnos y hasta revolcarnos, todo depende de cómo nosotras estemos preparadas para recibirlas, de que estrategias utilizar si una nos agarró fuera de posición.
Como surfistas tenemos deslizarnos en la ola, o como niños cuando disfrutan en la playa, que sin importar cuánto se caigan ellos con la misma alegría se levantan y siguen.
Las mamás que deseamos tener un parto natural deben estar convencidas de que con cada ola el bebé estará más cerca de nuestros brazos. Empoderarse con información antes de que este momento llegue nos dará herramientas para deslizarlas sin que nos revuelquen, quizás unas podrán tumbarnos pero manteniendo la respiración, las posturas, el pensamiento adecuado podrás levantarte pronto de ella y lograr el parto que deseas.
Esta información es muy útil para mamis que desean o terminan en Cesárea puesto que muchas por diversas razones podrían pasan por algunas horas de trabajo de parto previas a la intervención.
Por: Adriana López