Aunque creamos que son sinónimos, Oír y Escuchar son funciones distintas. Mientras la primera es a un acto involuntario que no podemos controlar, la segunda es un proceso activo donde interviene un factor fundamental: la voluntad. Para escuchar, hay que atender. Y no siempre resulta tan simple.
Algunos niños pueden presentar signos de mala escucha, como:
• La necesidad de que se le repitan las instrucciones.
• Atención y concentración deficiente.
• La tendencia a interpretar mal lo que se le dice.
• Lenguaje lento, titubeante y mal articulado.
• Actitud indiferente o negativa hacia la comunicación y el aprendizaje.
• Falta de curiosidad o interés por aprender.
Desarrollar la Escucha es fundamental no sólo para la comunicación y el lenguaje, sino para el proceso de aprendizaje, ya que repercute de modo directo en la atención, memoria y comprensión.
Con el programa de estimulación auditiva Tomatis®, a través de equipos especiales y el uso de música filtrada, se puede entrenar el oído y lograr una verdadera escucha activa. Es una herramienta de apoyo poderosa en el campo educativo, ya que un alumno que puede escuchar mejor, aprenderá de manera más fácil y eficaz. Como siempre digo: El que Escucha, atiende. El que atiende, entiende. Y el que entiende, APRENDE.
Mayka Cevedo de K.
Consultora TOMATIS para Venezuela