Por: Luis Párraga Sánchez / @lparraga
De 12 meses, los niños aún no hacen deportes. Solo se divierten con actividades que, de igual manera, ejercitan y forman físicamente.
Una de las maneras de ayudar a tu hijo es sentarlo en la mesa a comer, pero a la vez a divertirse. Sienta con el su muñeco favorito y hazlo que sea parte de la comida. Háblale de lo que haces para que vaya comprendiendo el lenguaje.
Además puedes estar triste un momento y contento en otro para que vaya comprendiendo las emociones. Esto además le ayuda a desarrollar su imaginación.
Otro juego divertido para los niños pequeños es “las escondidas”. Cuando estaba más pequeño se divertía con el “aquí está” (cuando escondías tu cara con tus manos), ahora le gustará que tú lo busques.
Lo puedes hacer escondiéndolos debajo de las sábanas y comenzar a buscar. Mientras lo tocas puedes ir describiendo cada una de sus partes (“esto es un brazo”, “esto es una pierna”) y de esa manera podrá ir comprendiendo las partes de su cuerpecito.
Esta actividad ayudará a tu bebé a entender que, sólo porque no vea algo, no quiere decir que eso no esté ahí.
Aunque parezca descabellado, compartir las labores del hogar también ayuda en el desarrollo del niño. Y aunque muchos de los utensilios del quehacer diario puedan ser muy grandes o muy incómodos, un pequeño trapo servirá para que el infante imite tus labores.
Al principio, el pequeñito sólo intentará imitar tus movimientos, pero esto le ayudará a desarrollar su imaginación de una manera que después te sorprenderá.
Y recuerda esperar que tu bebé esté un poco más desarrollado tanto motriz como emocionalmente para que comience a desarrollar actividades más físicas.