ENURESIS se define como el vaciamiento repetido de orina en la ropa o en la cama tanto de forma voluntaria como involuntaria, por lo menos 2 veces por semana durante tres meses, que pueden alterar el funcionamiento social del niño; para que esta condición se dé, el niño debe alcanzar una madurez tal (cinco años) que sea capaz de controlar sus esfínteres. No se puede hablar de enuresis si un niño es menor de cinco o presenta escapes aislados.
El acto de la micción y de control de esfínteres es un hábito que se adquiere socialmente en bases higiénicas y puede verse afectado por muchos factores tanto orgánicos como mentales.
Las causas orgánicas son afortunadamente las menores y pueden ser:
• Genéticas: suele existir una alteración en el brazo corto del cromosoma 13 lo que explica antecedentes familiares con la misma patología.
• Hormonales: en cuanto la secreción hipofisiaria de la hormona anti diurética especialmente secretada de noche.
• Inmadurez del sistema nervioso central: responsable de controlar la micción (expulsión de la orina) y esto puede explicar por qué durante la noche hay escape de orina en algunos niños que incluso durmiendo siestas no presentan accidente durante el transcurso de ellas.
Entre las causas inorgánicas podemos enumerar la incapacidad intelectual del niño, la madurez social del niño, y las interacciones psicológica entre los niños y sus padres. Existen tres tipos de enuresis, las diurnas, las nocturnas y las mixtas; siendo las nocturnas las más frecuentes.
Los aspectos socioculturales influyen enormemente y las limitaciones que la enuresis trae consigo se hacen notar, entre los ejemplos más comunes está la incapacidad del niño a dormir fuera de su casa, ya que estos niños son sometidos a expectativas sociales importantes disminuyendo su autoestima, puesto a que suelen ser objeto de burlas por otros niños, regañados o castigados por sus padres, inclusive enojos que pueden llevar al rechazo.
Siempre antes de diagnosticar a un niño con enuresis debe investigarse las causas orgánicas, como infecciones urinarias con urgencia para orinar, sobre todo en los casos que el niño presente escapes de orina de día. Es importante recalcar que la mayoría de estos niños no lo hacen de manera intencional, de hecho se darán cuenta de lo ocurrido ya cuando estén mojados.
Existen factores asociados al estrés infantil que pudieran desencadenar estos episodios mojados como lo son: la llegada de un hermano, la incorporación a la escuela, terrores nocturnos, divorcios, muerte de familiares, cambios de casa inclusive de ciudad o país.
Los niños con Enuresis logran alcanzar la continencia vesical y asimismo dejarán de mojar la cama o sus ropas alcanzando su madurez intelectual y muy raramente sobrepasa los 12 años.
Todo niño que pueda ser diagnosticado mojador de cama o eneurótico debe ser evaluado por un especialista, ya sea su pediatra o urólogo en este caso infantil. Nunca se puede pretender que como padres serán lo suficientemente capaz para resolver por sí solos estos episodios, ya que la evaluación médica es fundamental para el descarte de las causas orgánicas.
Esta condición debe ser tratada por un equipo multidisciplinario de médicos, psicólogos y familiares con un plan de apoyo hacia el niño; bajo ningún concepto deberá avergonzar al niño ni ridiculizarlo delante de familiares o amigos o imponer castigos como levantarlo para lavar la cama o las sábanas, todo esto pudiera tener como consecuencia el empeoramiento de la condición.
Kaled Richani
Médico Urólogo