REALIDAD Y FANTASIA
Los aprendizajes más importantes del ser humano comienzan a desarrollarse en la niñez, se afianzan en la adolescencia y se refleja en la edad adulta, estos aprendizajes se muestran a través de enseñanzas y experiencias dirigidas por padres y maestros, durante los 365 días del año, sin embargo, existe una época del año que resulta significativa en la etapa de la niñez, que es la NAVIDAD, ya que justo en esta etapa se logra disfrutar la emoción que implica vivirla, experimentando ilusión por cada uno de los eventos y rituales que se incorporan en los meses finales del año. Por ello, resulta importante para los padres mostrar valores que al estar acompañados de ilusión y felicidad suelen ser perdurables en el tiempo. Como el amor, la unión, el compromiso, la familiaridad, el respeto, la solidaridad y la caridad, dichas características son básicas para desarrollar personalidades felices y exitosas en los niños.
Muchos padres durante esta etapa se cuestionan si cosechar la ilusión de san nicolas, noche buena, espíritu de la navidad, reyes magos, nacimiento del niño Dios, ya que aveces se supone que generan inmadurez, pero por el contrario esta demostrado que generan emociones positivas y aprendizajes significativos en la vida de los seres humanos.
Por el contrario, el hecho de hacer que los niños de forma prematura asuman que muchas de esas ilusiones son solo fantasía, inicia sentimientos de desilusión y frutración, ademas de perder la inocencia que hacen de esta etapa la mejor del año para cada uno de los niños.
Esas duda que se generan en algunos padres sobre cuánto tiempo se debe mantener la ilusión de la navidad en los niños, muchas veces llega a ser motivo de consulta y en la actualidad no hay investigaciones confiables que confirmen dichos resultados, sin embargo, en la práctica clínica se ha obtenido que esa ilusión mantiene niños más felices y proactivos, y menos inmaduros.
Por lo otro lado, darle valor significativo a obsequios y premios durante esta época resulta darle un gran aprendizaje, ya que se inicia el proceso de auto-observación, haciendo consciente que de los buenos comportamientos o acciones se obtienen buenos resultados o premios y que por el contrario, de los malos comportamientos no se obtienen buenos resultados.
En conclusión, dicha etapa además de ser especial, hermosa y significativa genera grandes aprendizajes en la niñez.
Psic. Msc. Maria Virginia Torres