Por Dra. Yuruanny Vargas
A lo largo de los últimos años se acuño un conjunto de teorías y los primeros abordajes en zoo terapia con el objetivo de promover mejoras en el desempeño físico, social, emocional y cognitivo para estos colectivos vulnerables. Un estudio reciente afirma que los niños con autismo son más propensos a hablar, mirar las caras de otras personas y hacer contacto físico cuando están en presencia de animales de compañía.
Las relaciones de beneficio mutuo entre personas y animales ocupan uno de los grandes capítulos de nuestra historia. En 1964 el psiquiatra estadounidense Boris Levinson contemplo a fondo las diversas posibilidades para utilizar animales en niños que tenían discapacidades de comunicación.
Los animales han colaborado efectivamente para mejorar habilidades físicas y motoras, sociales, comunicativas e inspiran el buen humor del niño; En estudios realizados en niños se pudo constatar que al estar en presencia de animales, estos se sonreían más y eran menos propensos a fruncir el ceño, llorar o quejarse.
Las mascotas tienen la capacidad de influir directamente en el comportamiento humano. Por lo tanto una mascota tiene la capacidad de promover interacciones muy simples y sutiles que logren fortalecer las facultades comunicativas y las iteraciones de los miembros de la familia.
Por otra parte estas interacciones niño mascota tales como, simples rutinas, aseo, darle de comer, sacarlo a pasear, juegos ayudan a crear y valorar lazos de interdependencia.
Dentro de los animales utilizados para este tratamiento están los perros específicamente las razas como Golden Retriever, Labrador y el Pastor Alemán, otros animales también usados para el trato relacionado con niños son los caballos, los delfines, y los gatos, estos últimos están especialmente capacitados para trabajar con niños con trastornos del desarrollo para ayudarlos a sacarlos del cascaron y que puedan comunicarse con mayor fluidez.