Por: María Virgínia Torres
Psicólogo
Existe información e investigaciones amplias sobre la influencia que ejercen los padres en los niños, desde el momento de la concepción hasta la adolescencia. Dichas investigaciones concuerdan en que es muy importante lo que los padres sienten y piensan de sus hijos, ya que dicha influencia es recibida por los niños y los lleva a ser personas felices, exitosas y realizadas o personas tristes, frustradas y conflictivas, con esto me atrevería a confirmar que los primeros años de vida son claves para el buen desarrollo emocional del ser humano.
Uno de los aspectos más importantes es la CONFIANZA, “¿Que tanto creen los padres en los hijos?, ¿Que tanto decidimos aceptarlos tal y como son?, y ¿Confiamos en que haciendo lo que decidan hacer, bajo los lineamientos que le hemos enseñado a través de ejemplos y valores, van a ser felices el resto de su vida?. Dichas preguntas debemos consultarlas con nosotros mismos en ocasiones, ya que nos darán respuestas sobre el nivel de confianza hacia nuestros hijos.
Al evaluar nuestra confianza podemos dejar de lado nuestros deseos propios o sueños no realizados y empezamos a “Creer” en nuestros hijos tal y como son y a darle la libertad de escoger lo que desean desde cosas simples como: que desayunar, hasta cosas complejas como a que universidad quieren ir y estar allí para caminar juntos, cuando el niño o adolescente lo desee, o simplemente verlos caminar , ellos sabrán que tienen sus padres cerca, pero que tienen la libertad de tomar aquellas decisiones que consideran importantes para su vida.
