La importancia del deporte en los niños

Enseñando disciplina y salud a los más chiquitos
Por: Luis Párraga Sánchez

Hacer deporte para cualquier ser humano es importante. Pero cuando se trata de los más chiquitos de la casa, la actividad deportiva tiende a ser un poco más delicada por muchos aspectos.

Para los niños, hacer deporte conlleva a un desarrollo emocional y social que se suma a la importancia del tema saludable. Un niño que realiza actividades deportivas es un chico que también desarrollará la habilidad de relacionarse con otros y conseguir así nuevos “amiguitos”.

Es importante que a la edad de los pequeños, el deporte sea más una actividad recreativa que competitiva. En esto influye mucho la manera en que los padres le inculcan en el hogar el cómo afrontar las distintas disciplinas. Cuando se obliga al niño a ser un ganador, puede perder rápidamente el interés por la disciplina que practica.

La relación padres-entrenadores
A temprana edad, el niño aprende muchas cosas por observación. Por ello la importancia del entrenador en los deportes infantiles. Los alumnos siempre miran a su coach como ejemplo a seguir, por ello, un entrenador, cualquiera sea la disciplina, debe mantener una conducta que sirva de guía.

El lenguaje, la actitud, el comportamiento fuera y dentro de la cancha tiene que ser digno de la edad de los infantes. Además el entrenador deberá ser un gran motivador para sus alumnos.

Además de aprender de una disciplina deportiva, el niño deportista, bien guiado por la relación padres-entrenadores, puede aprender también solidaridad, motivación, compañerismo, afán de superación, aprender a perder entre otros aspectos importantes.

Por su parte, los padres tienen un rol fundamental en la relación coach-niño. Lo primero que deben mostrar los representantes, es respeto por el entrenador. Facilitar el trabajo del profesor es también importante en esta relación. El apoyo del padre o la madre es fundamental para el niño, siempre y cuando se tomen en cuenta varios aspectos. Al niño hay que dejarlo ser feliz. Es común que los padres se dejen llevar por la pasión en la disciplina que practica el hijo y este error puede llevarlos a dejar de lado las necesidades del niño de hacer deporte como actividad recreativa.

Es importante acompañar al niño a las competencias, entrenamientos y todas las actividades relacionadas al deporte que practique. Pero siempre respetando los límites establecidos entre el competir o el recrearse.

Un importante aliado en la salud
Estudios realizados en diferentes universidades de los Estados Unidos, demuestran la importancia del deporte en los niños dependiendo de la edad en la que comienzan a practicarlo.

De los 4 a los 7 años el objetivo es desarrollar la actividad motora. De 8 a 9 años se comienza a desarrollar la actividad pre-deportiva, deportes a menor escala y así elegir las actividades que querrán desarrollar.

A partir de los diez años y hasta los 12, se pueden desarrollar las actividades motoras aprendidas, de esta manera podrán también ampliar técnicas y otros elementos de la actividad elegida. Desde los 13 y hasta los 15 ya se comienza con la sesión de entrenamientos y a practicar el deporte con sus respectivas reglas.

Ya después de los 16 se puede ver el deporte como una actividad competitiva.

“No dejeis que el placer de la competición sea mayor que la presión de la competición”.- Jim Rodgers.

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