La importancia de la interacción social para aprender a hablar

Desde que nace nuestro bebé estamos ansiosos por escucharlo decir palabras y frases. Nos preguntamos constantemente ¿Cuándo va a hablar? ¿Qué va a decir primero papá o mamá? Sin importar cuál sea su primera palabra, probablemente la oiremos cerca de su primer cumpleaños; pero el camino hacia una comunicación exitosa comenzó desde su nacimiento. El bebé debe aprender una gran cantidad de aspectos sobre la comunicación antes de poder comunicarse. En este camino, los padres jugamos un papel protagónico y aunque no podamos acelerar el proceso natural de desarrollo del lenguaje de nuestros hijos, sí podemos impulsar la adquisición de sus habilidades lingüísticas creando un ambiente donde ocurran numerosas interacciones entre el bebé y los adultos significativos que tiene a su alrededor.
Para ayudar a nuestros hijos debemos conocer el patrón que sigue cualquier niño para adquirir y desarrollar su lenguaje. En el siguiente gráfico observamos que la interacción social es el primer momento y la base de cualquier proceso comunicativo.

Desde que nacen los bebés se comunican usando sonidos, llanto, miradas y expresiones faciales, sin darse cuenta que estos sonidos y acciones tienen un significado. Paulatinamente descubren que los mensajes que envían sin hablar, tienen un efecto sobre las personas que los rodean, por lo que, los repiten intencionalmente. Solo cuando el bebé aprende a prestarle atención a otras personas, escuchar lo que le dicen, iniciar contacto con quienes le rodean, jugar y disfrutar experiencias con otros está preparado para comprender y utilizar palabras.
¿Qué interacciones debemos esperar en nuestro bebé? Un bebé de 6 meses debe disfrutar mirando las caras de otras personas y reír o sonreír cuando le hablas. Al ir creciendo debe mostrarte cosas, buscar tu atención, hacer contacto visual y sonreír frecuentemente.
Algunas ideas para ayudar a los padres a interactuar con sus hijos:
1. Promueva interacciones divertidas e interesantes: Aproveche situaciones de la vida diaria para conversar: el baño, la comida, etc., observe a su niño ¿Con que le gusta jugar? ¿Qué está tratando de decir?
2. Responda con entusiasmo cuando su niño se comunique con UD.: Investigaciones demuestran que el desarrollo del lenguaje mejora cuando los padres responden rápidamente a los mensajes del niño diciendo algo relacionado con lo que él quiere comunicar. Por ejemplo, si su hijo lo mira, señala una pelota que está abajo de un mueble y dice “pa”, camine hacia el mueble, señale la pelota y pregunte “¿Estás buscando la pelota? Está abajo del mueble.”
3. Prolongue la conversación para que su niño practique y aprenda de UD.: Siguiendo con el ejemplo anterior, después que respondes, el niño te mira y hace un gesto con su mano pidiendo la pelota, tú dices “¿Quieres la pelota? Ya te la voy a dar”. El niño tira la pelota. Le dices “¿Quieres jugar? Busca la pelota y me la tiras”.

Maria Cristina Soto de Neuman
Lic. en Educación Especial y Terapista de Lenguaje
Macrisone2@gmail.com
Instagram: @dabar_mcs

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