Jainewel Romero
Psicologo Clinico – Life Coach
@unamamasinfiltro
(Instragram y Facebook)
En primer lugar, es importante que nosotros podamos reconocer cuales son nuestras creencias, emociones y actitudes con respecto a bañarnos juntos, ya que ésto determinara lo que vamos a transmitir a nuestros hijos.
Es necesario incorporar la sexualidad a la vida de nuestros hijos lo más natural posible, sin embargo, de nada vale que por querer “naturales” nos sintamos incomodos con nosotros mismos. Si nosotros no estamos a gusto ellos lo van a notar y el mensaje que va a allegar no será el que queremos transmitir, existe un lenguaje no verbal que en ocasiones los niños captan mejor que lo que decimos verbalmente, ellos se darán cuenta lo cómodo o no que estarás con la situación.
Por otra parte, es importante considerar, los pensamientos, emociones y comportamientos de los niños, mientras están pequeños no tendrán muy consciente lo que está ocurriendo, luego comienza la curiosidad hacia el cuerpo y a observar las diferencias que existen entre su cuerpo y el de los padres, en esta etapa probablemente todavía estarán cómodos y disfruten del baño con sus padres.
A medida que van creciendo ellos mismos irán solicitando más de privacidad y mostraran señales de incomodidad ante la idea de bañarse con los padres, por ejemplo, se sonrojan, evitan mirar el cuerpo de los padres, muestran incomodidad con su desnudez ante nuestra presencia y pueden verbalizar el deseo de bañarse solos, justo en ese momento debemos detener la practica del baño en familia.
Como ven no hay una edad especifica que determine que debemos detener el baño con nuestros hijos, pero si es necesario que tanto los padres como los hijos se sientan cómodos ejerciendo esta práctica.