Cuando somos padres de niños pequeños, debemos habituarnos a una vida más intensa ya que constantemente debemos agacharnos a recoger cosas del suelo, cargarlos, dormir con ellos en la cama alterando nuestro sueño, por nombrar algunos ajetreos de la cotidianidad con los chiquitos de la casa. Si a eso le sumamos una vida sedentaria y malos hábitos posturales nuestra espalda empieza a resentirse creando fuertes desequilibrios musculares e incluso lesiones a nivel de la columna.
Los estiramientos y la consciencia postural son nuestros aliados para poder compensar nuestro cuerpo y poder lidiar con plena fuerza con el día a día.
Acostarse boca arriba en el suelo sobre un mat o toalla con rodillas flexionadas y pies bien plantados al piso del ancho de caderas, el cráneo bien apoyado, hombros relajados separándolos totalmente de las orejas, pecho abierto, posición neutra en la pelvis acompañado de respiraciones profundas brindaran un bienestar enorme a nuestra espalda.
Las lesiones más comunes son a nivel de las lumbares y cervicales, contracturas en los trapecios y descompensación muscular por mal dormir o cargar al bebé siempre del mismo lado, por lo que fortalecer el abdomen y aprender a activar la cintura escapular relajando el cuello serán infalibles para no incrementar el cansancio o dolor. Tomar duchas calientes, corregir siempre la postura, agacharse prudentemente, y cargar al bebé de ambos lados ayudaran mucho para no incrementar esas molestias que además nos hacen sentir más cansados de lo normal.
Las rutinas de Pilates incluyen estiramientos, trabajo simétrico que compensa la musculatura, a parte de mejorar la postura y tonificar el cuerpo, siempre acompañado de la respiración, PILATES mantendrá no solo tu espalda sana, sino todo tu cuerpo, relajándote, liberándote el estrés y aliviando el dolor de espalda.
Yameli Rivas
Instructora de Pilates
www.yampilates.com
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