Rosángelica M. Barroeta
Instagram: @RosangelicaBarroeta
Fotografía: Jesús Pérez (@jesusfoto)
Hace unos días, mientras buscaba unos documentos importantes, encontré un cuaderno en el que escribía muy seguido experiencias que vivía en ese momento. Reflexiones y frases -de hace casi nueve años- pero que al leerlas pude notar cómo desde ese entonces, escribía cosas idénticas a las que hoy en día. Leer esas vivencias me hizo recordar todo el camino que he tenido que recorrer para llegar a este momento de mi vida. En ese entonces aún estaba sola y ni siquiera conocía al hombre que llegaría ser mi esposo, mucho menos imaginaba que tendría una hermosa hija. En algunos de esos textos narraba emociones o sentimientos que me inundaban, situaciones que me eran difíciles de enfrentar o cosas que yo anhelaba que un día se cumplieran. Pero hubo una frase en especial que escribí que aun sigue siendo trascendental: “Dios cumplirá sus planes perfectos en mí”.
Tenía la convicción de que Dios haría algo maravilloso en mi vida pese a estar enfrentando momentos muy difíciles, como a todos nos pasa alguna vez. Al leerme pude notar la convicción que tenía: no importaba el momento que estaba viviendo o experimentando porque de una u otra forma Dios iba a hacer algo maravilloso en mi vida. Leer mis experiencias me hizo confirmar con absoluta certeza que es necesario pasar por toda esa clase de situaciones, pero sobre todo me hizo entender que al final Dios siempre cumple su plan perfecto en nuestra vida y ese plan siempre sobrepasa nuestras expectativas. Dios dijo: “…Es necesario que vengan tropiezos…”. Él nos enseña que es inevitable que pasemos por situaciones muy difíciles, pero al mismo tiempo nos mostró la forma de enfrentarlas…¡Confiando en su palabra!
Todos tenemos una historia que contar, posiblemente muchos están pasando situaciones que no quisieran experimentar, quizás otros en este momento están tristes por lo que están viviendo, puede que lo que están experimentando les esté sacando muchas lágrimas, y que en este momento no vean una salida o una respuesta a lo que viven, pero aún en medio de todo ello, créanme que Dios tiene el control y que al final sonreirán. Yo puedo escribir esto porque sé lo que es, puedo hablar de ello con propiedad, porque he estado allí muchas veces y seguramente volveré a estarlo. La vida está hecha de capítulos que hay que enfrentar, pero más allá de lo difícil que sea estar allí en ese momento tan gris de tu vida, si hay algo que nunca debes de perder es: la confianza en que Dios hará algo.
Puedes sentirte triste, estar llorando, estar muy confundido o con un dolor profundo en tu corazón, pecibir soledad y abandono, pero aun en medio de todo sentimiento que en este momento está inundando tu ser, debes confiar ciegamente en lo que Dios hará, porque si de algo debes estar segura es que se manifestará, de eso no hay duda. Dentro de un tiempo te darás cuenta que todo lo que hoy en día vives o experimentas, te servirá para el futuro maravilloso que tiene planeado para ti.
No te quejes, no cuestiones a Dios, no te enojes con él, porque todo a lo que nuestra vida venga es soportable con su ayuda. Dios ve la capacidad de resistencia que tienes y jamás pondría algo en tu vida que no pudieras sobrellevar, recuerda que no estás solo, Dios mismo es quien está contigo. Deja que él escriba las líneas de tu historia, que describa cada situación que tendrás que enfrentar, pero sobre todo, deja que te tome en sus brazos para que no camines en solitario, confio en que él está allí para cuidarte.
Tú historia se está escribiendo y el final será más asombroso de lo que un día imaginaste, solamente CONFÍA en lo que Dios hará en ti.