El poder de la palabra en la crianza de los niños

Es interesante y curioso detenerse a observar el lenguaje que utilizamos para comunicarnos con nuestros hijos, el valor que le damos a cada palabra y cómo estas influyen en su comportamiento y en la sociedad.

El sistema mediante el cual comunicamos de forma oral o escrita no solo es un sistema de comunicación sino también una creación de nuestra propia realidad.

En muchas ocasiones nosotros mismos nos auto convencemos de lo que somos capaces o no de hacer. Utilizamos expresiones negativas  como  “ No soy capaz de mejorar”, “todo lo que como me engorda”, “no puedo conseguir un mejor trabajo”, “nada de lo que hago me sale bien”, y en los  niños “ eres un vago”,”eres un desordenado”, “eres un desastre”,  no nos detenemos a reflexionar el peso que tienen las palabras ya sean positivas o negativas y el impacto que tienen en el cerebro. 

En el caso de los niños, ellos creen en nosotros, lo que les decimos es.  Según Luis Castellano investigador y experto en lenguaje positivo  “Las palabras van forjando su personalidad, memoria, pensamientos, sueños así como la capacidad de ver y enfrentar el mundo, permitiéndoles crear  su propia historia”. 

De allí que el uso del lenguaje positivo contribuye en el aprendizaje, aporta energía,  creatividad, alegría, fortalece la concentración y atención, es motivador e inspirador. Y por su lado el lenguaje negativo comprime, reduce el campo visual, bloquea el proceso de aprendizaje, golpea el autoestima, generando una sensación de ansiedad, malestar o ira.

La definición que cada niño se forme de sí mismo a través de su experiencia y de cómo lo ven los demás repercute en su autoestima, desarrollo y comportamiento. 

De tal manera que basados en el poder que tiene la palabra, podemos hacer uso del lenguaje positivo para fortalecer el autoestima del niño, hacerlos sentir amados, capaces, seguros, valiosos tomando en cuenta lo siguiente:

  1. Evitar palabras que lo etiqueten
  2. Utilizar palabras que lo motiven.
  3. Evitar elogios excesivos.
  4. Reconocer el esfuerzo.
  5. Hablar desde el amor incondicional.
  6. practicar la escucha activa.

Las palabras están al servicio para ayudar, proteger, engrandecer y bendecir a nuestros niños, contribuir a que cada  historia tenga un mensaje inspirador está en nuestras manos.

Yubiri Camacho

Life coach

Coach comunicacional 

Locutora @123teconte

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