En estos meses donde celebramos el día de la madre y del padre, siempre me gusta resaltar algún punto importante relacionado a la maternidad, paternidad y/ó crianza como una manera de rendirles homenaje y en esta oportunidad hablaremos del aporte de ambos roles en la crianza.
Actualmente es común leer que tanto mamá como papá deben empoderarse en su rol desde la información, el acompañamiento y el autocuidado; pero poco se habla acerca de la manera en que ambos roles se complementan durante la crianza de los peques, lo que resulta beneficioso para ellos pues reciben aportes importantes de ambos progenitores que los acompañarán durante su crecimiento y desarrollo. Así que hoy les comparto algunos de tantos aportes:
1. Tanto el padre como la madre, traen contribuciones totalmente diferentes a la crianza de los peques: «Los padres, nunca podrán ser madres», señala el Dr. Kyle Prutt y agrega que cuando un bebé tiene apenas 8 semanas de vida, ya puede diferenciar entre una mujer y un hombre. Esta diversidad de genero, le da al peque la oportunidad de experimentar el contraste de las relaciones con ambos sexos, un aspecto importante dentro del desarrollo social e interpersonal.
2. Las madres y padres crían de manera diferente a los peques: Por naturaleza las madres los cuidan, mientras que los padres juegan. A los padres les gusta fomentar las competencias, mientras que las madres se enfocan más en enseñar acerca de la igualdad. Estas dos sencillas enseñanzas, ayudan a los peques a desarrollar la independencia por un lado y la seguridad por el otro.
3. Los padres alientan a sus peques a traspasar límites, las madres a apostar por lo seguro: La presencia de un padre hace que los peques aprendan a cruzar los límites que ellos mismos se ponen, y que aprendan a desafiar a la vida. Ahora, la madre, les muestra que no todos los límites pueden ser cruzados, creando un balance perfecto.
4. Los padres y las madres le enseñan a sus hijos el respeto por el sexo opuesto: Una de las enseñanzas más importantes que dejan las familias constituidas por un padre y una madre, es el auto respeto y el respeto por el sexo opuesto. Los padres preparan a los niños para ver el mundo desde un punto de vista masculino: les ayudan a desarrollar su masculinidad y los guían durante sus diferentes etapas de desarrollo. Por otro lado, las madres les enseñan a estar en contacto son su parte emocional, a entender y cómo tratar a una mujer. En el caso de las niñas que tienen una relación con sus padres les ayuda a establecer una relación saludable con el mundo de los hombres y a identificar cómo los hombres deben tratar a las mujeres.
Lo más importante unir fuerzas y trabajar en equipo, entendiendo que cada quien desde su rol tiene un gran aporte que brindar en el desarrollo de los peques que generará un impacto a lo largo del crecimiento.
Lorena Jiménez
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