Para Del Barrio, Profesor de la Universidad de Madrid, el favoritismo tiene una razón más social: “Tanto en el núcleo social familiar como en otros núcleos sociales siempre hay una lucha por el poder. En la familia, el objeto de deseo es el amor de los padres porque tenerlo permite tener acceso al poder”. Pero ¿cuáles son las razones por las que se elige a un hijo sobre otro? “Un factor importante a tener en cuenta es “la personalidad”. La que se amolde más a las de los padres tiene más posibilidades de ser favorecida. Si se trata de un padre autoritario, es más fácil que congenie con un hijo obediente que con uno contestatario. Así, los padres se sienten más cómodos con los hijos con los que tiene mejor comunicación emocional”, explica Del Barrio.
Pero en realidad, lo que subyace a todo esto, según Del Barrio, son las expectativas.
“Todos los padres generan ciertas expectativas sobre sus hijos. Si estos las cumplen, es más fácil que sean admirados y aceptados por los padres. Así es como unos individuos se van posicionando mejor que otros”, “Efectivamente, los padres tienen más afinidad con las hijas y las madres con los hijos. En mi opinión, el sexo no está en la base de la explicación, como pensaba Freud, pero sí lo está con las expectativas”, afirma Del Barrio.
En conclusión, los expertos describen a los hijos favoritos como más solidarios y responsables con sus hermanos, hablan más de sus intereses con sus padres, es más fácil de criar y comunicarse con él. Tras este tiempo los científicos han podido concluir que los padres tienen una propensión mayor que la de las madres a generar una predilección por alguno de sus hijos, aunque no por mucho. En ambos casos, el dato es contundente: un 70% de los padres y un 65% de las madres tiene un hijo favorito. En cuanto a cuál de los hijos es el favorito, los datos también reflejan una tendencia: el predilecto es el hijo mayor.
Por: Ingrid Núñez Muñoz
