Conociendo la disciplina positiva

Lorena Jimenez
@Famikids

Desde hace un buen tiempo para acá, venimos escuchando acerca de la Disciplina Positiva, sus herramientas y múltiples beneficios. Sin embargo, desconocemos cuáles son sus bases y el alcance que tiene.

La Disciplina Positiva está basada en la teoría de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs. El Dr. Adler en el año 1920 introdujo por primera vez la idea de educar a los padres y abogó por un mejor trato a los niños, basados en el respeto, pero también argumentó que los niños que no tenían límites o eran sobreprotegidos podrían tener problemas sociales y de comportamiento. Dreikurs y Adler se refieriron a este enfoque como crianza “democrática”. En 1988, Jane Nelsen y Lynn Lott, adaptaron estos conocimientos a lo que actualmente conocemos.

La razón de esta disciplina, es respetar el desarrollo de los niños mientras los padres adquieren las herramientas necesarias para disciplinarlos de forma positiva. Las bases sólidas, para que la disciplina positiva pueda desarrollarse y convertirse en diversas herramientas, consta de dos aspectos súper importantes:

– El primero es que la disciplina positiva busca que el niño sienta que pertenece a su ámbito familiar. Apuesto que al momento de leer la frase anterior pensaste, ¿cómo no se va a sentir parte de la familia si hacemos todo para que el/ella esté bien?, pues ahora te pregunto: ¿alguna vez te has preguntado si tu hijo/a se siente realmente miembro importante de la familia? Y no me refiero por la cantidad de juguetes que tiene, ni el dinero que inviertes en su bienestar. Me refiero a la calidad de tiempo compartido en familia. Los más pequeños de la casa no están conscientes del sacrificio que sus padres hacen para su bienestar y calidad de vida, por ende, es muy importante demostrarle con pequeñas acciones dentro de la rutina diaria, que es un miembro importante de la familia, y que pertenece a la misma. Hay muchas maneras de lograr que el se sienta parte de su familia, para hacerlo el primer paso a dar es lograr una conexión emocional positiva!
– El segundo es que la disciplina positiva busca que el niño se sienta útil. Esto quiere decir que el sienta sus aportes diarios útiles y necesarios. Cuando un niño/a se siente en capacidad para lograr sus metas y ayudar a la familia, se siente motivado y con autoestima; y esto es clave para establecer relaciones emocionales sanas con las personas de mi entorno inmediato. ¿Cómo hacerlo? Pues es sencillo, tómate el tiempo de entrenarlo en sus tareas diarias y déjalo hacer (por supuesto, que sean acordes a su edad); dale oportunidad de experimentar tener responsabilidades en casa, tareas que representen un reto (ni muy fáciles, ni muy difíciles) y a medida que las vaya cumpliendo anímalo.
Éstos dos aspectos podrían parecerte sencillos, pero te aseguro que verás cambios positivos en los más pequeños de la familia. Te invito a intentarlo!

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