Sueños con aroma de café
Chagin Buaiz: El empresario que termina el día en medio de «almohadazos»
Por Maryorie González.
Fotografía: Dixon González @dixongonzalezstudio
Chagin Buaiz, es un joven empresario venezolano de 35 años, que heredó de su padre el amor por las leyes, lo que lo llevó a convertirse en abogado, profesión que le ha servido como complemento para conducirse asertivamente en sus negocios.
Gracias a su preparación académica, incursionó con éxito en la construcción, logrando desarrollar diversos proyectos en Venezuela. Pero el amor por el área jurídica lo comparte con su otra gran pasión: los autos; obsesión que lo impulsó a experimentar en el establecimiento de concesionarios que se consolidaron sólidamente en la zona centro-oriental de su país natal.
Las ganas de emprender invitaron a Chagin a establecerse en la Ciudad del Sol, Miami, a donde llegó con una maleta llena de sueños y un proyecto bajo su manga: «Café Quindío», una marca colombiana que nace del esfuerzo de una familia, cuya innovación le ha permitido consolidarse y tener presencia en el mercado de ese país por más de 25 años, ofreciendo un producto que está ubicado entre los primeros en calidad y preferencia a nivel mundial y que está disponible en la cadena 7-ELEVEN, en territorio americano.
«Café Quindío» es una marca que representa productos hechos con los más altos estándares de calidad, para complacer los paladares exigentes de los amantes del buen café, ofreciendo además galletas, merengues, mermeladas, arequipe, entre otros derivados que conforman una variedad de exquisiteces que despiertan los sentidos y ofrecen la energía necesaria para tener siempre una sonrisa en el rostro.
Buaiz Trading, Corp, es otro reto que el empresario desarrolla en su estadía en tierras estadounidenses, por lo que trabaja arduamente para posicionar la marca colombiana en las principales cadenas del país.
Pero todo el trabajo tiene su recompensa y, para él, su gran premio son sus hijos: Chagin (6) y Camila (4), quienes cada noche lo esperan para hacer lo que más disfrutan, una guerra de almohadas que finaliza con carcajadas, cosquillas y con la emoción de repetirse la noche siguiente.
A pesar del estrés propio de la vida de un empresario y los intentos de consolidar un proyecto en un mercado agresivo y competitivo, Chagin procura dedicar los ratos libres a sus pequeños, jugando videojuegos, tenis, llevándolos a la playa, la piscina, o sencillamente disfrutando en casa de un día de películas junto a su esposa, aliada y socia de su mayor patrimonio: su familia.