Sabemos que los niños necesitan motivación ante las adversidades que pueden presentarse en la rutina diaria, escuela y con sus amigos; pero ¿conoces la diferencia entre alabar y alentar?
Todo peque necesita aprender a confiar en sus capacidades y entender que su esfuerzo acompañado de autoevaluación son el motor de su motivación intrínseca. Al leer esto, puedes pensar que es difícil para un niño lograr este proceso, sin embargo, desde la disciplina positiva se fomenta desde los primeros años de vida y se logra durante su primera infancia.
Comenzaré describiendo las diferencias entre alabar y alentar, para luego destacar las secuelas en el desarrollo de personalidad y su alcance:
– Alabar, su definición es expresar un juicio favorable de algo, una expresión de aprobación. Se dirige al que realiza la acción, por ejemplo: “eres buena niña”, reconoce sólo el producto completo y perfecto, por ejemplo: “lo hiciste bien” con un mensaje tácito de juicio por parte del padre/educador e invita a que los peques modifiquen la conducta en función de los demás.
– Alentar, su definición es infundir valor, estimular e incitar. Se dirige la acción, por ejemplo: “buen trabajo”, reconoce el esfuerzo y mejoramiento, ejemplo: “¿cómo te sientes por lo que lograste?” con un mensaje tácito auto dirigido que invita a que los peques modifiquen las conductas por sí mismos.
Ahora que ya sabemos las diferencias entre alabar y alentar, es súper importante conocer lo que enseña cada una y los efectos en autoestima y personalidad a largo plazo:
Alabar enseña a tener dependencia de la evaluación por parte de los demás, teniendo como meta la conformidad. Los orienta a desarrollar su autoestima y sentirse valioso ante la aprobación de los demás. Por otro lado, Alentar enseña a pensar en la autoevaluación, teniendo como meta el entendimiento propio en su pensamiento, sentimiento y aprendizaje. Los orienta a desarrollar su autoestima y sentirse valioso sin la necesidad de aprobación de los demás, y como consecuencia a largo plazo desarrolla la confianza en si mismo e independencia.
Recuerda que la manera en la que le hablas a tu peque, se convertirá en su voz interior al crecer.
Lorena Jimenez
@Famikids